martes, 18 de diciembre de 2012

El Emplatado, Si Importa

El emplatado es FUNDAMENTAL.

Nos ocurre muchas veces, tenemos un plato muy elaborado con una decoración detallada, unos colores que combinan entre si, peroooo... nos vuelve a fallar la vajilla.

Si queremos mejorar en la calidad del servicio tenemos que centrarnos en una vajilla adecuada que combine con los platos y nos ayude a comer, de hecho, si alguna vez vas a una tienda a escoger platos para tu restaurante, al ver una pieza que te guste ya sabes lo que quieres o te gustaría ver en ese plato.

Merece la pena invertir parte de las ganancias del restaurante en escoger una buena vajilla, cubertería y copas. La creatividad no es cara, pero tampoco gratis.

Lisos, rugosos, planos, altos, ondulados, de espejo, transparentes, de cristal, chupitos, cónicos, rectangulares, etc, etc.

Los mejores platos son los blancos que nos aportan limpieza y claridad en el plato aunque jugar con negros de vez en cuando está bien y nos sirve para romper con la monotonía. Los de pizarra están muy vistos , sobre valorados  y lo mas importante son muy incómodos a la hora de cortar.
Un artista dijo una vez "tienes que conseguir que los demás digan: mierda, a mí nunca se me hubiera ocurrido."
Lo mismo ocurre en nuestra profesión, no es lo mismo sacar una vichisoisse en un plato hondo aburrido que en uno con forma de sombrero que nos pide a gritos que nos lo comamos

El chef Mario Sandoval del restaurante Coque con una estrella michelín, presentaba un corzo en una vajilla diseñada por él que consistía en dos cristales superpuestos formando una mesita de madera y vidrio, donde en el medio se acomodaban unas bolas de pimienta, tierra y unos cartuchos de escopeta.
 Al mostrar este plato, no solo afirmas que es un plato de caza, sino que también es un impacto visual inesperado muy acertado.

Da igual el tipo de establecimiento que sea, hay que intentar siempre tener una vajilla que nos defina y nos eleve por encima de la competencia en todo momento.

Tampoco defendemos la idea de centrarnos únicamente en lo estético y olvidarnos de lo mas importante de un plato: EL SABOR.
No sirve de nada que el plato llegue volando por la sala, emulando un platillo volante, se pose delante del cliente y al probarlo no le diga nada.
Esto amigos si que es un problema...

Os dejamos un ejemplo de vajilla:


Gracias a la empresa Renta Catering por cedernos estos platos.

“Una receta se convierte en un plato excepcional gracias al conocimiento y al ejercicio de la profesión. No obstante, el sesenta por ciento de un gran plato son las materias primas: no hay grandes platos sin grandes productos” Álex Atala

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